Me ha obsesionado siempre la búsqueda de la felicidad y la sabiduría. Casi siempre me encuentro con personas que dicen ser felices y luego empiezan a contarme sus problemas. En cuanto a la sabiduría se suele confundir con la posesión de grandes cantidades de información, sin saber si los datos son ciertos o si pueden aplicarse a resolver los grandes interrogantes de la vida.
Como se explica en otras entradas de este blog, se cree frecuentemente que la felicidad es lo mismo que el bienestar con recursos económicos, propios y suficientes para garantizar la supervivencia, y realizar los sueños o proyectos de vida, como ahora se los llama.
En cuanto a la sabiduría, el autor de este blog cree que es el conjunto de comprensiones y certezas que alimentan el desarrollo espiritual y la construcción de la propia alma. Todo lo que hay que saber se halla en el eneagrama.
La felicidad es un efecto colateral de la evolución espiritual y del crecimiento del alma. sin embargo lo que la mayoría de la gente cree que es la felicidad, como se ha dicho arriba, es un estado transitorio de satisfacción por que se mantiene un nivel de dinero que permite comprar lo que nos gusta y nos produce una sensación de seguridad que nos adormece y nos vuelve conformes.
Como se explica en otras entradas de este blog, se cree frecuentemente que la felicidad es lo mismo que el bienestar con recursos económicos, propios y suficientes para garantizar la supervivencia, y realizar los sueños o proyectos de vida, como ahora se los llama.
En cuanto a la sabiduría, el autor de este blog cree que es el conjunto de comprensiones y certezas que alimentan el desarrollo espiritual y la construcción de la propia alma. Todo lo que hay que saber se halla en el eneagrama.
La felicidad es un efecto colateral de la evolución espiritual y del crecimiento del alma. sin embargo lo que la mayoría de la gente cree que es la felicidad, como se ha dicho arriba, es un estado transitorio de satisfacción por que se mantiene un nivel de dinero que permite comprar lo que nos gusta y nos produce una sensación de seguridad que nos adormece y nos vuelve conformes.
Hay por fin otro tipo de felicidad más profunda aunque todavía inferior a la del desarrollo espiritual y que consiste en realizar la vocación y la satisfacción de hacer o trabajar en lo que nos gusta y que corresponde al mandato de esa vocación.
