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miércoles, 9 de enero de 2013

Religión y Felicidad

Se ha especulado mucho en este terreno: Se ha dicho que los "Buenos"  no pueden ser infelices y si lo son es transitoriamente mientras reciben todos los premios que Dios ha destinado para ellos. Al revés los "Malos" nunca pueden ser felices, porque sienten la culpa de sus pecados y sus malas acciones. Aunque sientan placer por los beneficios personales que reciben de sus actos o delitos, ese placer es transitorio, porque tarde o temprano les llegará el castigo que se merecen  y si mueren sin confesarse y arrepentirse de sus pecados, tendrán el fuego temporal del purgatorio o el fuego eterno del infierno, según la gravedad de sus actos.

Pero definitivamente esa ideología, porque no es otra cosa, tiene varias contradicciones. El infierno como un fuego eterno, es difícil que afecte a los que apenas cuentan con un cuerpo sutil al cual no lo quema el fuego. Si así fuera, ese fuego, terminaría destruyéndolo y el castigo no podría ser eterno.

Respecto a la Gloria o el Cielo, se tendría como un premio inmerecido y desproporcionado para una persona que apenas murió confesado, después de haber vivido mucho tiempo pecando mortalmente. Por el contrario, puede existir aquel que vivió gran parte de su vida sin pecar y al final cayo en la tentación y no alcanzo a confesarse siendo destinado al infierno. Como sí fuera poco, esta ideología, manda al infierno a los hombres buenos de otras religiones, porque los considera herejes.

Tal vez la religión verdadera tiene el único camino a la verdadera felicidad pero todavía no se ha fundado o se olvidó y dejo algunas huellas que han venido recogiendo algunos hombres sabios. Por esos rastros y algunos ejemplos, podemos recuperar la ruta perdida.